Las impresiones con Lighitburn sobre cuero, tienen bastantes posibilidades creativas, hay toda una cultura de usos para darle al cuero, un mundo que reinventar, que ha existido hasta nuestros tiempo en que una herramienta de última generación facilita la reinvención o reinterpretación gracias a la luz, el láser. Literalmente grabamos al fuego con luz, nuestras ideas.
El cuero no es un material estable y omogeneo y eso lo hace todo un reto, las variaciones de un animal a otro, las diferencias en el curtido que puede ser vegetal o al cromo y las variaciones del curtidor y su habilidades, hacen que cada impresión y corte varíe de un trabajo a otro en que la materia prima varia según su procedencia. Ha veces es muy denso y duro, ha veces es tierno y menos denso, también depende del corte del animal que sea, por ejemplo una falda suele ser más flexible, menos denso y fácil de trabajar. Yo habitualmente utilizo, cuero de caballo, con curtido vegetal, color natural y
lo más blanco posible
